El CRSHPC, al igual que muchos centros de salud, se han visto imposibilitados de realizar de manera habitual sus atenciones de especialidades ambulatorias. La pandemia, ha generado crear e innovar en la modalidad de atención para resguardar la continuidad de tratamiento en sus pacientes. Fue entonces que la tele-rehabilitación ha sido parte de las estrategias implementadas por el equipo de profesionales de la Unidad de Medicina Física y Rehabilitación (UMFR).
Junto a la redistribución del recurso humano y material, se tuvo que suspender las atenciones de manera presencial. Los profesionales que quedaron con teletrabajo comenzaron a atender desde sus casas, motivo por el cual surgió la necesidad de comenzar a dejar registro de estas atenciones. A través de una auto capacitación y estudio de experiencias nacionales e internacionales, se elabora el protocolo de Tele-rehabilitación a usuarios de la UMFR por profesionales no médicos.
En este sentido, ha sido tomar en consideración qué usuarios se pueden beneficiar con la tele-rehabilitación, basándose en los recursos disponibles, tecnología y la urgencia de recibir la atención. Para la Terapeuta Ocupacional, Andrea González la medida no fue un impedimento, más por el contrario, se organizaron y generaron sistemas de turnos (al principio) dando como resultado, hoy en día, una atención remota desde las casas y establecimiento, de lunes a viernes.
“Como equipo hemos reaccionado frente a la necesidad de continuar atendiendo a nuestros usuarios por lo que ha sido importante complementar la evaluación clínica y la terapia, en eso hemos sido cautelosos para poder brindar, coordinadamente, una adecuada atención, ajustada a las necesidades de cada usuario, según aspectos clínicos como psicosociales, destacando en esto el compromiso de todos mis compañeros que llevaron a cabo esta nueva modalidad de atención”, destaca la profesional quién afirma que, a fines de agosto, bordean alrededor de 600 atenciones.
La tele-rehabilitación es un método de prestación de servicios de rehabilitación que utiliza la tecnología para atender a personas minimizando las barreras de distancia, tiempo y costo. Puede definirse como la aplicación de tecnologías de telecomunicación, teledetección y de operación, y tecnologías informáticas para ayudar en la prestación de servicios de rehabilitación médica a distancia.
Como aporte a la salud de las personas, el equipo de la UMFR destaca los beneficios adquiridos con el proceso. Andrea nos comenta, “los usuarios se hacen cargo de sus terapias, se involucra a la familia de manera más participativa, existe un mayor acceso a la vida cotidiana, entrenar actividades de la vida diaria en contexto real, conocer espacios sin realizar visita domiciliaria y refiere un bajo costo, debido a que pueden ejecutar diariamente el proceso”.
Las tecnologías de las comunicaciones han significado un gran giro en la vida de las personas, pero no quiere decir que la actividad asistencial y presencial dejarán de existir o se reemplazarán. Sólo en este contexto, CORONAVIRUS, han sido un gran aporte para dar continuidad a la atención de los pacientes.
Testimonio Sra. Rosa Aros Aros, 47 años:
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